Comida Galgo

martes, 20 de octubre de 2009

No me toques la moral

El pasado 17 de Octubre se celebró una multitudinaria manifestación en Madrid en contra de la ampliación de la Ley del Aborto. Se concentraron más de 250.000 personas según fuentes policiales coreando lemas como “España unida por la vida”. Hasta aquí la noticia.

Googleando un poco, he hecho un repaso de las pancartas que de los manifestantes y reconozco que me han llamado la atención varias cosas que he visto haciendo este pequeño ejercicio de voyerismo pancartil. La primera es una enorme pancarta azul de unos 500 metros cuadrados que rezaba “Cada Vida Importa”. He visto un gran número de pancartas con mensajes como “La vida es un DON que no nos pertenece”, un gorro improvisado con el lema “DERECHO A VIVIR”, un cartel con el mensaje “GENOCIDIO”, algunos curas, muchas monjas, familias y un número infinito de banderas de España.

Los que vivan en España pensarán que con lo dicho anteriormente, no encuentran motivo suficiente para sorprenderse y es cierto. Ahora bien, lee de nuevo los lemas de los carteles y pancartas e intenta imaginar al frente de la manifestación a los responsables y dirigentes del partido político que llevaron a la muerte a más de un millón de personas en Irak con una guerra de intereses económicos. Al ver esto, me he sorprendido mucho con los mensajes “derecho a vivir”, “genocidio” o la enorme sábana azul con el “Cada Vida Importa”.

¿Y qué decir de los curas y monjas? Tal vez pocos sabrán que La Inquisición Española no fue abolida hasta hace sólo 170 años y eso me hace pensar sobre la altura moral de La Iglesia para defender algo como la vida. Todos estamos al día sobre los “recientes” casos de abusos a menores pero posiblemente pocos recuerden como los conventos y las iglesias eran famosos por ser el lugar donde se practicaban los abortos incluso entre monjas.

Afortunadamente Mondo Lirondo está libre de ideologías políticas, morales o religión. Por un momento me sentí tentado a aplicar algún tipo de moral al Blable pero rápidamente me di cuenta de la estupidez de la idea; le aplicaría irremediablemente mi propio concepto de la moral, de lo correcto, de lo que está bien y de lo que está mal. Es un trabajo de toda una vida desprenderse de todo lo que los padres, la sociedad, tu entorno, te graba a fuego en tu mente para que seas libre de ataduras artificiales.


Yo no soy un ejemplo y sólo he conocido una persona que ha sido capaz de ello y, te aseguro, disfruta como nadie de la vida. Y no te hablo de grandes cosas, que también, sino de dormir en un tren mientras entra el sol por la ventana, de un abrazo, de los amigos, de la vida con una plenitud que es realmente difícil incluso de explicar con palabras. Yo no lo he conseguido pero sé que existe, ese es un primer paso y, como dijeron los chinos hace ya mucho tiempo, todo viaje, por largo que sea, empieza con un primer paso.

Definitivamente, los Blables estarán libres de esas ataduras.

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